Principios Transversales

Solo cuando la gente se apropia y hace suyo un sueño, puede aportar desde su lugar, sus talentos, sus ideas y acciones para construir el PARAGUAY QUE QUEREMOS, y de esa manera lograr recuperar no solo el desarrollo económico, político, social y moral, sino la autoestima y el orgullo de ser paraguayos. Nadie puede hacerlo solo, juntos debemos lograr encender los corazones y las mentes de las personas hacia un ideal y objetivo común.

Queremos cultivarla, creando espacios de participación, apostando a descubrir lo bueno que tiene cada persona, creyendo en ella, y en sus acciones. Buscamos generar confianza en el otro y en la propia capacidad de generar los cambios que el país necesita. Despertando en cada uno la convicción de que puede ser protagonista de su desarrollo.

Apuntamos a ser personas honestas por sobre todas las cosas, que respetan lo ajeno, personas de palabra que cumplen las promesas pequeñas y grandes, respetan los acuerdos y cumplen con las obligaciones de todo tipo. Personas que no se aprovechan de posiciones y cargos para sacar provecho personal o sectorial. Trabajamos con honestidad en todo lo que hacemos, por lo que hacemos trasparentes los actos, las gestiones, y la información, sobre todo lo que hacemos en la Función Pública y en el Partido.

La política debe ser el arte de la acción. Establecer metas esperadas, facilitar la ejecución, facilitar la ejecución y poner en marcha los mecanismos de evaluación permanente para medir el logro de los resultados. No solo prometer en campaña, cumplir en gestión.

Buscamos la verdad y no solo la popularidad. Que cada persona pueda hacer aquello a lo que se compromete, responder, rendir cuentas y asumir las consecuencias de sus acciones. Las posturas políticas que asume una autoridad generan muchas veces aprobaciones y rechazos. La actuación política requiere coraje y dedicación. Ni la popularidad ni los triunfos electorales tendrían sentido alguno si nos desapegamos de nuestros ideales, principios y valores. Para tomar decisiones que afecten a las personas que representamos como autoridades es necesario asumir esa responsabilidad a plenitud. Rechazamos los pactos y/o las negociaciones de posturas políticas que solo responden a ambiciones personales o sectoriales, nuestro interés es el país.

Lo que desarrolla un país son las actitudes que la gente tiene ante la vida y ante el cambio. Uno de nuestros objetivos es construir con actitudes positivas, que movilicen acciones, reúnan a las personas y encarnen valores y principios; el deseo de superación, el respeto a los demás, el amor al trabajo, el ahorro y varios de los principios que ya hemos mencionado. Rechazamos los pactos y/o las negociaciones de posturas políticas que solo responden a ambiciones personales o sectoriales, nuestro interés es el país.

Somos miembros de una comunidad por lo que existe una dependencia recíproca entre nosotros, los que integramos la sociedad. La solidaridad es el acto de dar y para que genere crecimiento, desarrollo, dignidad y autoestima, debe estar siempre acompañada por la subsidiariedad, lo cual implica no dar al otro lo que él puede y debe hacer por si mismo.

El objetivo de la Ley es ayudar al mejor funcionamiento de la sociedad, por lo que necesitamos construir una comunidad respetuosa y sostenible a través del más estricto cumplimento de las leyes. En cada actividad pública o privada, el cumplimiento de la ley es innegociable, en lo pequeño y en lo grande.

Cada cosa en su sitio, cada acto a su tiempo. El orden implica el trabajo ordenado y el progreso. Trabajamos en forma ordenada, en ambientes limpios, sabiendo que con ello se construye autoestima y pertenencia. Invirtiendo tiempo y esfuerzo en el logro de estos valores que ayudarán a aumentar la productividad nacional que el país necesita.

Priorizamos las soluciones. Si bien sabemos que las cosas tienen ritmos adecuados a sus respectivos procesos, las emergencias requieren de otros ritmos y de soluciones que muchas veces deben renunciar a los procesos normales. Por eso debemos impregnar a nuestros actos el sentido de urgencia y rapidez, la mayor energía y convicción para que nuestros planes puedan ser realizados en el menor tiempo posible, de manera a no postergar la reconstrucción de nuestro país.

Estamos seguros que cuidando y optimizando el uso de los recursos se pueden realizar todas las acciones que el país necesita, por lo cual, no se puede despilfarrar tiempo, recursos humanos ni recursos materiales. Actuar cuidando cada cosa como si fuera lo último que se tiene.

Son una herramienta válida de gestión política y cuyo uso debe ser estimulado. La actividad política se desarrolla entre personas que piensan distinto y que han accedido a sus cargos a través de partidos políticos con distintas ideas y maneras de actuar. Por ello la búsqueda de acuerdos y de pactos es legítima y debe asumirse sin complejos. La diversidad construye. Dichos acuerdos y pactos deben hacerse siempre dentro del marco de la ley, respetando los procedimientos señalados, y en la búsqueda de lograr los objetivos en beneficio de la ciudadanía, y no para obtener ventajas personales. Nuestra obligación es revalorizar los acuerdos, y esto lo lograremos con nuestra conducta

Queremos líderes que participen activamente en la construcción de nuestro país, descubriendo su potencial a través de acciones y proyectos concretos. Aquellos que quieran ser líderes y asuman el poder y la autoridad, deben ser los primeros en exigirse a ellos mismos y ser coherentes con la ejecución de las medidas y conductas que exigen a sus colaboradores dejando de lado sus propios intereses personales, para entender y satisfacer las necesidades más legítimas de aquellos a los que dirigen.

Permitimos y fomentamos la competencia y alentamos los ideales y las metas más altas para intentar superar cada vez nuestros propios límites.

En su sentido verdadero implica ejercer el poder para hacer lo que manda la ley. La misma debe ser ejercida como un servicio a los demás.